Cuando Netflix anunció Leo, la vendió como la historia de un lagarto que buscaba salir de la monotonía y convertirse en algo más, pues sentía que había desperdiciado su vida, y aunque en un principio esta trama podría no parecer tan llamativa, la película es una absoluta maravilla de principio a fin, y en esta reseña te cuento el por qué.
Esto es lo que yo espero de una película familiar
Actualmente el concepto de “película familiar” está sumamente distorsionado por un sector del público que piensa que los niños no entienden nada de lo que pasa a su alrededor, no obstante, Leo es la muestra clara de que no solo lo entienden, sino de que muchas veces necesitan acompañamiento para procesar todo lo que pasa en sus vidas.
Debido a esto último la película es sin duda lo que yo esperaría de una película familiar, pues no solo se centra en contar una historia divertida, sino que lo hace mediante la reflexión y deja un mensaje sobre cómo la principal herramienta para sobrevivir en este mundo es la empatía, el amor y el saber escuchar al prójimo.
A lo largo de la cinta, nuestro protagonista experimenta, tal como lo dice la sinopsis, una crisis existencial importante sobre si está o no desperdiciando su vida, y es justo ahí donde toda la aventura se torna mágica, pues se da cuenta de que su verdadero propósito y su verdadera vocación es ayudar a otros a sentirse bien, y eso, amigos míos, es invaluable.
Dicho esto, a estas alturas no podría decir si Leo es o no una de las mejores películas animadas del año, pero lo que sí puedo afirmar es que es una de las más grandes sorpresas, pues lo que parecía ser un viaje cómico se convierte en la oportunidad perfecta para reflexionar cómo podemos ser mejores con los demás y lo importante que es validar nuestras propias emociones.
La animación, un factor clave en Leo
A nivel de animación, Leo destaca casi tanto como en historia, pues el trabajo hecho por ese departamento es magnífico a tal grado que, a estas alturas, me sigo preguntando por qué esta película no se estrenó en cines, pues sin duda alguna se hubiera convertido en un gran éxito.
Leo, que es el protagonista, constantemente tiene que demostrar sus emociones, y esto, aunque podría sonar difícil si consideramos que es un lagarto, se nota perfectamente en sus rasgos faciales, además de que podemos identificar cuando alguien de su especie es más viejo o joven que él.
Este estilo de animación hace recordar un poco a Luck, de Apple TV+, y a La Bestia del Mar, de Netflix, sobre todo por lo bien pulidos que están los detalles tanto de las personas como de los animales, aunque debo admitir que esta cinta luce incluso superior a las otras dos.
El indiscutible talento de Adam Sandler sale a relucir
Leo, para el que no lo sepa, no solo está protagonizada por Adam Sandler, sino que este también es parte de los guionistas junto con Robert Smigel y Paul Sado, y debido a que creo que en la actualidad el trabajo de los escritores está muy infravalorado, era mi deber mencionarlos y reconocer su creatividad en Leo.
Y es que la película es, durante sus casi dos horas de duración, una aventura magnifica, divertida, colorida y muy dinámica, tanto que creo que ninguna familia querrá despegarse de la pantalla una vez que esta comience, pues además de todo, cuenta con humor y chistes para todo el público, lo que la hace más disfrutable.
Además, Sandler también brilla como nunca en la voz del protagonista, quien se convierte en el alma de la cinta y quien, con sus expresiones, transmite mucha tranquilidad a la audiencia, dando paso a esta reflexión tan importante de la que hablé anteriormente.
El resto del elenco, aunque no hace un mal trabajo, tampoco destaca mucho, y las canciones (las cuales fueron otra sorpresa porque no sabía que este iba a ser un musical) aunque son pegajosas, cortan el ritmo de la historia y no tienen la mejor letra del universo a excepción de la última.
Esta, cuyo título no conozco pero que se habla sobre lo bonita que es la vida cuando uno es niño, es el ejemplo perfecto de por qué la película es tan buena, pues busca (y consigue) crear en el espectador una sensación de nostalgia sobre lo fácil que era ser pequeño y lo que hemos ido dejando atrás en el camino, y no como algo triste, sino como un recordatorio de quienes fuimos y de que debemos ayudar a otros siempre que podamos.
Sinopsis oficial de Leo
Leo es un viejo lagarto hastiado con un corazón de oro que lleva atrapado en la misma clase de Florida más tiempo del que puede recordar, junto a su compañera de terrario, la tortuga Squirtle. Ha visto pasar generaciones de estudiantes, pero siente que se ha perdido la vida. Cuando Leo se entera de que sólo le queda un año de vida, planea una escapada para experimentar la vida en el exterior de una vez por todas. En lugar de eso, se ve atrapado en los problemas de sus ansiosos alumnos y de una profesora sustituta imposiblemente mala.
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