Bad Behaviour fue una de las películas que vi en el Sundance Film Festival 2023. La misma formaba parte de la competencia de drama internacional. Es una película de comedia negra que sigue a Lucy (Jennifer Connelly), una ex niña actriz que busca una especie de iluminación en un retiro espiritual dirigido por un más o menos carismático líder llamado Elon. A medida que ella se sumerge en las enseñanzas del retiro, también se encuentra navegando por una relación complicada con su hija, Dylan.

La película trata de hacer muchas cosas, desde ser una crítica casi divertida de la cultura de la autoayuda y los líderes espirituales, esos que a menudo prometen soluciones fáciles a problemas complejos. Como también a las relaciones entre madre e hija. Connelly brilla en su papel como Lucy, un personaje que está dispuesto por encontrar algo en lo que creer y que está dispuesto a seguir a cualquier persona que promete ayudarla a encontrar la paz interior. Sin embargo, a medida que se sumerge más en el retiro y se enfrenta a sus problemas personales, y comienza a estar peor de cómo llegó hasta hacer cosas muy locas, y terribles, y lamentables.

La relación entre Lucy y Dylan trata de ser uno de los temas centrales de la película, pero cuidado de perder un solo segundo de la película pues estarás muy confundido. Esto se trabaja tan mal que puedes llegar a preguntarte como es que llegan a estar ambas historias relacionadas. Dylan (Alice Englert) es un personaje complejo, si es que se le pudiese llamar así, que no tiene tan definido lo que quiere, pero en ocasiones si se ve muy segura de ello. A medida que Lucy se embarca en su búsqueda espiritual, comienza a cuestionar su relación con Dylan y a darse cuenta de que ha fallado como madre. Sin embargo, también se da cuenta de que pudiese existir una oportunidad para reparar su relación y encontrar una manera de conectarse con su hija. Pero nuevamente, no queda muy claro si es así o solo fue una interpretación mía, bastante compleja la película y no lo digo de manera positiva.

En general, Bad Behaviour es una película que trata de ser divertida y reflexiva pero que se combina para ser una locura con muy poco sentido. Hablando de cosas sin sentido, llegando a ese tercer acto, Dios mío, no entiendo que especie de viaje fue eso. Si bien tiene un giro bastante inesperado y que es justo donde Connelly brilla, no logra salvar la película.